Hace muchos años tuve una profesora de yoga bastante mayor, que por imposibilidad física transitoria y por la edad no podía realizar una postura de yoga. Durante un largo periodo de tiempo la realizó en su imaginación. La postura era la vela o Sarvangasana.
Pasados un par de años fue a un encuentro nacional donde muchos maestros de yoga realizarían esta asana o postura. La felicitaron por su perfección en la ejecución de la misma.
Desde hace mucho tiempo se viene estudiando en laboratorios a sujetos de estudio a los que se les pide que realicen ciertas actividades que necesiten de aprendizaje o bien de fuerza. Paralelamente a ellos también hay otro grupo que ejecutan la acción realmente.
Al cabo del tiempo estipulado, comprueban los parámetros de ambos grupos y la diferencia tanto en fuerza como en maestría de lo practicado es muy similar. Sigue teniendo un resultado un poco mejor el grupo que lo ha realizado físicamente, pero ambos grupos han tenido éxito en el experimento. La imaginación ha movilizado los circuitos necesarios que han actuado sobre los músculos requeridos así como en el proceso de aprendizaje.
Dicho esto, me gustaría que pienses que tu imaginación es capaz de realizar cosas asombrosas. Que solo la has de dirigir en la dirección de lo que quieras conseguir.
Ahora es un tiempo especial para poder utilizar nuestra imaginación de muy diferentes formas, y en función de las necesidades personales.
Tenemos tiempo y seguramente deseos de sentirnos mejor porque la situación lo requiere.
Cuando estamos ociosos tenemos algunas alternativas que podemos elegir. O bien me dejo llevar por lo que venga a mi mente, o elijo yo lo que deseo crear para mí. Hay tiempo para todo.
Para el confinamiento yo elijo libertad de movimientos. Y me puedo ir a la playa o a la montaña o incluso a pasear por la ciudad.
-¿Os recordáis de cuantas veces tenemos que llamar la atención a una persona porque no se entera de que la estamos llamando? Solemos decir. Está en Babia, lo que quiere decir que está en su mundo imaginario aislada de todo y de todos aún en medio de una clase o una fiesta familiar. Una prueba más del poder de nuestra imaginación.
Por lo expuesto, ahora me gustaría preguntarte:
¿Cómo te gustaría sentirte a lo largo de los días en este especial periodo que estamos viviendo?
¿Cómo quisieras verte a ti mism@ y a tu familia cuando todo esto acabe?
¿Dónde te gustaría estar ahora cuando decidas hacer una meditación?
En Control Mental enseñan al practicante a crear su propio laboratorio mental y lleno de todo aquello que le gustaría tener para su utilidad cada vez que ingrese en el mismo para “crear” la experiencia que desea vivir.
-Ahora imagínate que eres tu el que creas este laboratorio o habitación especial para tu trabajo o creatividad personal
Piensa en todos los detalles que te gustaría para tenerer cubiertas todas tus necesidades: Decoración. Equipos de sonido o electrónicos. Incluso hay personas que crean un guía para que les oriente.
Es a ese lugar al que el practicante se retira mentalmente para meditar i/o crear en su mente la realidad que desea para él.
Terminaré recordando una frase que me gusta mucho. “Aquello que crees en tu mente, lo creas en tu realidad física”.
Ahora, puedes crear ese lugar especial y desde ahí medita, reza, imagina y crea, porque somos los co-creadores de nuestra realidad.
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