Todos conocemos alguna persona que está bajo la tiranía del miedo impidiéndole hacer cosas que desearía hacer… O, alguna otra que tiene algún determinado tipo de fobia que la incapacita para relacionarse o enfrentarse a determinadas situaciones, con lo que ve empobrecida su vida.
Todas estas personas tiene algo en común: Evitan enfrentarse al motivo de sus miedos o fobias; así como en todos los casos los familiares de los fóbicos tienen la misma reacción: “Ayudar” al paciente acompañándole o haciendo por él las cosas que le provocan el miedo o la limitación, con lo cual no sólo no le ayudan sino que incrementan el problema, ya que de esta forma el fóbico entra en ciclo de la evitación y, por lo tanto, de la limitación.
"El miedo mirado a la cara se convierte en valor, mientras que... el miedo evitado se transforma en terror".
Conviene saber que evitar enfrentarnos a la situación desencadenante del miedo equivale a aumentar la intensidad del mismo; mientras que cuando nos enfrentamos, vemos con sorpresa que el miedo era menor de lo que temíamos.
Con esto hemos logrado dos cosas:
- Primero. Frenamos el avance del miedo.
- Segundo. Aumenta nuestra autoconfianza
Jeroni Hernàndez Gonzàlez
Terapia para fobias en Sabadell